Ejército Verde (Rusia)
Grupo armado de campesinos en la guerra civil rusa / De Wikipedia, la enciclopedia encyclopedia
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El término Ejércitos Verdes (ruso: Зелёная Армия) o Verdes (ruso: Зелёные) es la denominación genérica dada a grupos de campesinos armados que enfrentaron a todos los bandos gubernamentales involucrados en la Guerra Civil Rusa.
En cambio, por rojos se entiende a los bolcheviques y sus aliados iniciales, los eseristas de izquierdas. La denominación blanco se refiere a una heterogénea oposición débilmente unida de zaristas ultraconservadores, monárquicos constitucionales, kadetes, mencheviques, eseristas y laboristas. Además, estaban los anarquistas del Ejército Negro y Kronstadt; los islamistas basmachís en Asia Central; las intervenciones de los Imperios Centrales y después de los Aliados;[n 1] los atamanes cosacos interesados solo en su propio poder;[n 2] y, finalmente, los grupos separatistas o autonomistas de diversas nacionalidades que aprovechaban el caos para librarse de Moscú.[n 3]
Todos estos movimientos estaban desorganizados, sin coordinación entre ellos y controlaban regiones periféricas del fenecido Imperio, en cambio, los bolcheviques dominaban la población e industria del centro, pudiendo vencer uno a uno a sus rivales.[1]
Motivadas por el deseo de proteger a sus comunidades de las requisas, las represalias ante cualquier resistencia, las levas forzadas y los excesos militares que practicaban todos los bandos,[2] las revueltas comenzaron en 1918 pero eran fácilmente sofocadas.[3] Solo desde el año siguiente se volvieron masivas, cuando los comunistas iniciaron las grandes levas, alcanzando su clímax en el invierno de 1920-1921, cuando los bolcheviques empezaron a requisar cantidades de grano tales que impedían la supervivencia de los campesinos, y acabando sofocadas en 1922.[4] Al acabar el verano de ese año, la mayoría de los rebeldes estaban militarmente vencidos y el campesinado sucumbía ante la hambruna.[5]
Las principales hostilidades entre blancos y rojos se dieron entre finales de 1918 y principios de 1920,[6] siendo las revueltas campesinas decisivas tanto en el desarrollo de esta guerra[7] como para el conflicto con la naciente Polonia.[8] En la primavera de 1919 la retaguardia comunista quedó atestada de campesinos alzados, permitiendo el avance de los contrarrevolucionarios.[9] Posteriormente, la torpe política de los blancos, sus propios abusos contra la población y el miedo que causaba que pudieran restituir sus propiedades a la nobleza llevaron a revueltas masivas en su propia retaguardia, garantizando su derrota.[10] Verdes y rojos quedaron «frente a frente» cuando el último gran ejército blanco, capitaneado por el barón Piotr Wrangel (1878-1928), fue expulsado de Crimea en noviembre de 1920.[11] Para entonces los verdes estaban en el pináculo de su poder militar, pero ya era tarde para que se impusieran a los rojos, quienes a pesar de cuatro años de guerra civil, eran capaces de reunir las fuerzas y recursos suficientes para vencerlos.[12] Los comunistas debieron iniciar verdaderas «guerras de reconquista» de la «Eurasia rusa».[13] Como afirma el historiador español Íñigo Bolinaga sobre Rusia: «seguía siendo un continente bisoño al que le costó [al Ejército Rojo] tres años en ocupar y controlar todo el territorio ruso, una ineficacia clamorosa si se le compara con los curtidos ejércitos occidentales, mucho más preparados».[14]
Las revueltas se concentraron en las regiones más afectadas por la guerra y las requisas bolcheviques: las cuencas de los ríos Don y Kubán, la cuenca baja del Volga, los montes Urales, la llanura de Siberia Occidental, la Rusia Meridional (Chernozem) y toda Ucrania, especialmente la mitad meridional.[15] Hubo levantamientos con menor intensidad en el Cáucaso, Bielorrusia, y Asia Central.[16] Ucrania en particular fue el principal campo de batalla de 1917-1922, con numerosos bandos en pugna y cambios de frente, un auténtico «embrollo político y militar».[17] En ella se enfrentaron los rojos (que se hacen con las principales urbes a inicios de 1918 aunque sólo en otoño de 1920 aseguraron su victoria) y los blancos, principales bandos enfrentados, pero también los alemanes y austrohúngaros (intervienen reclamando territorios en 1918), negros, nacionalistas de la Rada, atamanes nacionalistas ucranianos y las «jacqueries» campesinas.[18] Ahí estallaron las primeras grandes revueltas, entre abril y mayo de 1919, inmediatamente después que los comunistas recuperaran Kiev (6 de febrero) y organizaran la requisa de granos.[19] Previamente los campesinos ucranianos habían organizado guerrillas para resistir a las tropas invasoras de Alemania y Austria-Hungría[19] porque Lenin había cedido ese territorio en la Paz de Brest-Litovsk (3 de marzo de 1918). En las otras regiones productoras de grano hubo una mayor resistencia popular a las requisas, estallando rápidamente los enfrentamientos,[20] primero en la cuenca del Volga, en el verano de 1919, luego en entre los musulmanes de Ferganá y después en el Cáucaso Norte y Siberia Occidental.[21] En 1920-1921 vuelven a estallar la cuenca del Volga, el Cáucaso y Siberia[3] pero desunidas entre sus caudillos ante el avance comunista,[22] convirtiendo aquellas regiones en verdaderas «zonas negras» donde las autoridades de Moscú perdieron completamente el control de sus campos.[23]