Alcohol y cáncer
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El alcohol causa cáncer de esófago, hígado, mama, cavidad oral, colon y recto, faringe, laringe, y probablemente páncreas.[2][3] El consumo de alcohol en cualquier cantidad puede causar cáncer. Cuanto más alcohol se consume, mayor es el riesgo de cáncer,[4] y ninguna cantidad puede considerarse segura.[5] Las bebidas alcohólicas fueron clasificadas como carcinógenos del Grupo 1 por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) en 1988.[3]
El 3,6% de todos los casos de cáncer y el 3,5% de las muertes por cáncer en el mundo se atribuyen al consumo de alcohol (más concretamente, al acetaldehído, un derivado metabólico del etanol).[6] 740.000 casos de cáncer en 2020 o el 4,1% de los nuevos casos de cáncer se atribuyen al alcohol[3][2]
Se cree que el alcohol causa cáncer a través de tres mecanismos principales:
- Metilación del ADN[6]
- Estrés oxidativo
- Alteración hormonal
así como mecanismos secundarios de cirrosis hepática, disbiosis del microbioma, reducción de la función del sistema inmunitario, metabolismo de los retinoides, aumento de los niveles de inflamación, metabolismo del 1-Carbono y alteración de la absorción de folatos.[7]
El consumo excesivo de alcohol, consistente en 15 o más bebidas a la semana en el caso de los hombres u 8 o más bebidas a la semana en el caso de las mujeres, fue el que más contribuyó a la incidencia del cáncer en comparación con el consumo moderado. La tasa de casos relacionados con el alcohol es de 3:1 entre hombres y mujeres, especialmente en los cánceres de esófago e hígado.[3]
Algunos países han introducido mensajes de advertencia en los envases de bebidas alcohólicas que informan a los consumidores sobre el alcohol y el cáncer. La industria del alcohol ha intentado engañar activamente al público sobre el riesgo de cáncer debido al consumo de alcohol, además de hacer campaña para eliminar las leyes que exigen que las bebidas alcohólicas lleven etiquetas de advertencia sobre el cáncer.