Conquista vándala del norte de África
conquista de las provincias romanas de Mauritania Tingitana, Mauritania Cesariense y África Proconsular por parte de los nómadas vándalos y alanos / De Wikipedia, la enciclopedia encyclopedia
La conquista vándala del norte de África comenzó en 429 con el cruce del estrecho de Gibraltar por los vándalos y los alanos encabezados por el vándalo asdingo Genserico y terminó diez años después con la toma de Cartago, la capital de la diócesis de África del Imperio romano de Occidente, lo que dio nacimiento al reino vándalo que duraría cien años. Esta campaña militar sería el inicio de la llamada por algunos autores «cuarta guerra púnica», en la que a diferencia de las tres primeras la victoria fue para los enemigos de Roma.[1]
Pierre Cosme ha destacado el importante papel que tuvo en la caída del Imperio romano de Occidente la conquista vándala del norte de África. «Privado de sus provincias más ricas, el Imperio romano de Occidente quedó confinado en el oeste del continente europeo, en parte ocupado por los bárbaros. No sobrevivió más que treinta y siete años después a la toma de Cartago, hasta su caída definitiva en 476».[2] En el mismo sentido, para Chris Wickham la toma de Cartago con la que culmina la conquista vándala del norte de África fue probablemente «el punto de inflexión que hace irreversible la caída del imperio de Occidente», en la medida en que Roma perdía el control sobre la región que era su principal abastecedora de grano y aceite.[3] David Álvarez Jiménez coincide con Cosme y con Wickmam: «Ciertamente el daño al Imperio, tanto el moral, el político, el estratégico como principalmente el económico, derivado de esta catástrofe suponía un golpe muy duro para la pervivencia del mismo... [constituyó] un punto de inflexión fundamental para la ulterior caída del Imperio Romano de Occidente».[4]