Demolición de viviendas en el conflicto israelí-palestino
Métodos utilizados por el ejército israelí en el contexto del conflicto palestino-israelí / De Wikipedia, la enciclopedia encyclopedia
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La demolición de viviendas es uno de los métodos utilizados por el ejército israelí en Jerusalén Este, Cisjordania y la Franja de Gaza para lidiar con la insurgencia palestina y para limitar el crecimiento demográfico de la población palestina en el contexto del conflicto palestino-israelí.[1] Se calcula que, durante la guerra árabe-israelí de 1948 y la consiguiente expulsión o huida de la población palestina de sus hogares, el Estado de Israel demolió unas 52 000 viviendas palestinas, incluidos unos 530 pueblos y barrios destruidos en su totalidad.[2] Desde la ocupación de los territorios palestinos tras la Guerra de los Seis Días en 1967 hasta 2019, Israel ha demolido unas 55 000 viviendas y otras estructuras palestinas en Cisjordania, Jerusalén Este y la Franja de Gaza,[2] y otros miles de viviendas han sido demolidas dentro de la propia Israel.[2] En 2023, según cifras de OCHA, Israel demolió 1.119 estructuras, desplazando a más de dos mil personas.[3]
El objetivo de la demolición de viviendas puede ser la aplicación de las normas y regulaciones de construcción, que en la Palestina ocupada están impuestas por el ejército israelí.[4] Otras justificaciones para la demolición de viviendas son la contrainsurgencia o las medidas de seguridad para impedir o detener acciones de los milicianos palestinos. La justificación de que sirve como una potente medida disuasoria contra el terrorismo[5] y que ha hecho descender significativamente los ataques terroristas palestinos[6][7][8] se enfrenta a argumentos en contra, algunos de los cuales provienen del propio ejército israelí, que afirman que la medida no ha demostrado una efectividad disuasoria y que en realidad es contraproducente.[9]
Tanto la ONU como numerosas organizaciones en favor de los derechos humanos critican las demoliciones de hogares palestinos y las califican de una violación del derecho internacional humanitario. Por ejemplo, Amnistía Internacional afirma que el gobierno israelí está usando la demolición de viviendas como un castigo colectivo hacia los palestinos y como un método para requisar propiedades y permitir así la expansión de los asentamientos israelíes.[10][11][12] En 1968, poco después de la ocupación de los territorios palestinos tras la Guerra de los Seis Días, el jurista estadounidense Theodor Meron advirtió al gobierno israelí de que esta práctica contraviene el derecho internacional, y más en concreto las Convenciones de Ginebra.[13][14]
La demolición de viviendas se ha usado esporádicamente para desmantelar los denominados outposts, es decir, asentamientos israelíes que son ilegales según el derecho internacional y según las propias leyes israelíes. Cabe destacar que esta distinción solo existe en el derecho israelí, dado que todos los asentamientos son ilegales según el derecho internacional, pues suponen una violación del artículo 49 del Cuarto Convenio de Ginebra, que prohíbe el traslado de población civil de la potencia ocupante al territorio ocupado.[15] Además, tras su retirada unilateral de la Franja de Gaza en 2005, el gobierno israelí demolió todas las viviendas de sus asentamientos en esta región palestina.[16]