Junta Apostólica
sociedad secreta española ultrabsolutista / De Wikipedia, la enciclopedia encyclopedia
La Junta Apostólica fue una sociedad secreta española ultrabsolutista que se fundó en 1822 durante el Trienio Liberal del reinado de Fernando VII y que prolongó su actividad durante la Década Ominosa. Ferozmente antiliberal, su objetivo fue devolver al rey su poder absoluto y mantenerlo sin introducir ningún tipo de cambios sobre la situación anterior a la Revolución española de 1820, lo que les llevó a enfrentarse también a los absolutistas reformistas.
La Junta Apostólica fue la primera de las sociedades secretas que fundaron los realistas extremistas o «ultras» y que conocieron un gran auge durante la campaña contra la Ordenanza de Andújar. Promulgada el 8 de agosto de 1823 por el duque de Angulema, comandante de los Cien Mil Hijos de San Luis, pretendía poner coto a las detenciones arbitrarias e indiscriminadas de liberales por parte de los realistas, pero la campaña antifrancesa que organizaron éstos le obligó a rectificar y el 26 de agosto limitó la aplicación de la Ordenanza a los militares incluidos en las capitulaciones de los ejércitos españoles que se habían rendido. Estas sociedades secretas surgieron bajo el «impulso de clérigos y de sectores próximos a la Regencia [nombrada por el duque de Angulema tras su entrada en Madrid en mayo de 1823], con el objetivo de formar una opinión pública radicalmente contraria a cualquier medida de tolerancia hacia el liberalismo». Estas sociedades secretas, convertidas en centros de persecución de liberales, adoptaron diferentes nombres: El Ángel Exterminador, Sociedad del Áncora, Junta Concepcionista, La Estrella, etc.[1][2]
En 1821 había surgido en Galicia una autodenominada Junta Apostólica que agrupaba a las diversas partidas realistas que actuaban en la región y que estaba presidida por el militar Manuel Freire de Andrade y por el canónigo de Santiago de Compostela Manuel Chantre.[3] Se denominaba así porque se puso bajo la advocación del apóstol Santiago. Se había formado, según Emilio La Parra López, «por iniciativa de un grupo de militares retirados, clérigos, propietarios agrícolas y funcionarios de aquella región dispuestos a impedir la consolidación del constitucionalismo», pero «perdió relevancia» cuando en 1822 sus dirigentes se vieron obligados a exiliarse en Portugal.[4]