Gestión cultural
término y concepto de la cultura de los siglos XX y XXI / De Wikipedia, la enciclopedia encyclopedia
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La gestión cultural es una profesión que tiene en las políticas culturales su objeto directo,[1] y que se encuentra ubicada en en el centro de los procesos de creación, producción, formación y difusión de bienes, servicios y experiencias de base simbólica.[2] En Sudamérica, esta nomenclatura profesional es cuestionada por algunos autores por entenderla como parte de un dispositivo de influencia iberoamericanista para introducir una perspectiva neoliberal en la región desde la década del ´90, contribuyendo a la despolitización del campo cultural;[3] a la vez que encuentra sus antecedentes en la animación sociocultural y la promoción cultural, que atienden ámbitos similares con marcos conceptuales y metodologías que no se corresponden completamente con las de la gestión cultural.
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Los postulados iniciales de la gestión cultural en los ´90, dentro de lo que se fue dando a llamar "Escuela Barcelona" por el intenso influjo de una serie de actores basados en esa ciudad -entre los cuales la Universidad de Barcelona- para la introducción de este enfoque en la región[4] fueron dando lugar a un proceso de apropiación de la misma que incorporó diferentes matices en cada región y hasta país.
Siendo que la gestión cultural está determinada por diferentes disciplinas de base (como por ejemplo la sociología o la economía) que prestan a ella marcos teóricos, terminológicos y metodológicos,[5] hoy las dos principales orientaciones que condicionan la práctica profesional son aquellas que se inclinan a entender la cultura como base de las economías creativas de ciudades y regiones que compiten en la captación de recursos, inversores y turistas[6] y las que la entienden como herramienta para la integración social.[7] En ambas se hace presente la percepción de la cultura "como recurso".[8]
En cuanto término, gestión cultural puede analizarse a partir de las dos partes esenciales que lo componen:
En primer lugar, la gestión se entiende como un proceso de acciones y toma de decisiones que incluye el abordaje, estudio y comprensión de un problema o fenómeno social hasta el diseño y puesta en práctica de estrategias y propuestas de mitigación o solución. Los tres principios fundamentales de la gestión son: participación, organización y democracia. La gestión cuenta, por un lado, con un carácter activo ligado a la guerra y a la estrategia, y, por el otro, con un carácter cultural que se enfoca al reconocimiento de la identidad, historia y las prácticas culturales de las comunidades.[cita requerida]
En segundo lugar, la cultura, entendida como: ''Los conjuntos de saberes, creencias y pautas de conducta de un grupo social, incluyendo los medios materiales que usan sus miembros para comunicarse entre sí y resolver necesidades de todo tipo''.[9]
La gestión cultural se basa en el diseño y puesta en marcha de proyectos que buscan atender problemáticas y necesidades sociales a través de la creación de bienes culturales partiendo de la participación y el aprendizaje colectivo, continuo y abierto de un sector de la población determinado. Ese “vértigo de las imprecisiones” (García Canclini, 2004) que produce el término para quienes le estudian, confunde los caminos de esa profesión que desde los años 80 se conoce como gestión cultural. La multiplicidad de abordajes sobre su objeto dispersa los alcances, las metodologías y los fines hacia los que se orienta.[cita requerida]
La gestión cultural se define como un área de estudio interdisciplinario que ha tomado fuerza en los últimos años en diversas universidades de México. Sin embargo, no todas las universidades que lo ofrecen responden a los intereses humanistas del gestor como lo es en el caso del voluntariado, ni es un recurso de una comunidad, organización, partido político o algún otro ente social.[cita requerida]
Con el pasar de los años, las nuevas políticas culturales públicas, la iniciativa privada y el desarrollo de la sociedad civil o iniciativa privada demandan individuos profesionales en el área capaces de no solo ser agentes de cambio proponiendo actividades sino también con una participación activa no solo en el sector cultural sino también en las áreas de educación, salud, vivienda, comercio, etcétera.[cita requerida]
La gestión cultural tiene que ver con el fomento y reconocimiento de las prácticas culturales con la generación de nuevos productos, la preservación de la memoria colectiva y la conservación de los bienes culturales con sus significados, de manera que el gestor cultural promueve, motiva, diseña y lleva a cabo proyectos culturales que cumplan con el objetivo de que un producto o servicio cultural llegue al mayor público posible, procurando los intereses de determinada comunidad y por lo tanto también los derechos culturales de quienes desean acceder a esos bienes culturales como podrían ser videos, discos, libros, productos comestibles elaborados de manera tradicional, u otras obras de arte como pinturas o esculturas que se desee promover o comercializar.[cita requerida]
Los gestores culturales no pueden encasillarse en un solo perfil. Su acción puede desarrollarse en una enorme cantidad de caminos diversos. En las funciones para desempeñar por parte del gestor, debe de ser tomando en cuenta la participación social y civil, junto con el bien de iniciativas grupales o individuales.[cita requerida]
Se podrían definir como un emprendedores creativos que buscan generar un cambio en la sociedad con base en las necesidades y problemáticas que se identifiquen en el sitio a desarrollar.[cita requerida]