La temporada 1974 fue la trigésima cuarta para el Club Atlético Rosario Central participando de los torneos de la Primera División de la Asociación del Fútbol Argentino desde 1939. Tras coronarse campeón en el Nacional 1973, el cuadro canalla sumó un refuerzo que resultaría excepcional: Mario Alberto Kempes, quien con 20 años de edad llegaba desde Instituto de Córdoba y pagaría su incorporación con gran cantidad de goles. Rosario Central tuvo una de sus temporadas más brillantes, sumando 37 victorias en 55 partidos disputados en el año y marcando 110 goles, todo esto gracias a un arrollador rendimiento futbolístico. Sin embargo, no logró coronarse. En su participación de Copa Libertadores jugó un partido desempate frente a Huracán por la clasificación tras haber ganado 5 de sus 6 partidos en el grupo y cayó derrotado, no pudiendo acceder a semifinales; en el Metropolitano logró clasificar con holgura a la ronda final, pero se quedó sin Aldo Pedro Poy y Mario Kempes ya desde el último tramo de la fase de grupos al ser éstos convocados para integrar la Selección Argentina que iba a disputar la Copa del Mundo en Alemania Occidental y finalizó como subcampeón; mismo resultado logró en el Nacional, torneo en el que Kempes se coronó como goleador y la Academia quedó a sólo un punto de San Lorenzo de Almagro en el octogonal final. El consuelo llegó en los últimos días del año al obtener el triangular disputado frente a Newell's y San Lorenzo, al que se denominó Campeonato Argentino y que permitió a Central clasificar a la Copa Libertadores 1975. Tal como lo había hecho durante el Nacional 1973, exhibió un aplastante rendimiento como local al ganar 19 de 21 partidos disputados en dicha condición. El entrenador continuó siendo Carlos Griguol y el once habitualmente titular difirió principalmente del campeón en el año anterior en el ingreso de Kempes. El arco se encontró custodiado por Carlos Biasutto; en defensa Aurelio Pascuttini y Daniel Killer fueron los marcadores centrales, mientras que por las puntas estuvieron el uruguayo José Jorge González y Mario Killer, este último desplazando al banco al tucumano Juan Antonio Burgos; el sector medio se compuso con Eduardo Solari, Carlos Aimar y Aldo Pedro Poy; la ofensiva contó con el terceto Ramón Bóveda, Roberto Cabral y Mario Kempes. Tuvieron también buena participación algunos valores juveniles como Víctor Mancinelli, Hugo Zavagno y Roberto Carril.[1][2][3]
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