Francisco Manuel Rui-Gómez
noble, político, militar y erudito español / De Wikipedia, la enciclopedia encyclopedia
Francisco Manuel Rui-Gómez y Dañobeitia, v marqués de San Isidro (La Coruña, 28 de septiembre de 1806 – Durango, 5 de agosto de 1885[1]) fue un noble, político, militar y erudito español. Fue además señor de Benafarces y Lobones, conde consorte de Taboada, Gran Cruz de la Orden de San Hermenegildo, Gran Cruz del Mérito Militar de 1.ª clase, caballero de la Orden de Santiago y de la Orden de San Juan de Jerusalén entre otros títulos.[2][3]
Francisco Manuel Rui-Gómez v marqués de San Isidro | ||
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Litografía del marqués de San Isidro, Pedro Chamorro (1858) | ||
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Senador en Cortes por León y vitalicio | ||
1876-1878; 1864-1885 | ||
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Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Francisco Manuel María Wenceslao Rui-Gómez y Dañobeitia | |
Nombre en español | Francisco Manuel Rui-Gómez y Dañobeitia | |
Nacimiento |
28 de septiembre de 1806 La Coruña, España | |
Fallecimiento |
5 de agosto de 1885 Durango, España | |
Nacionalidad | Española | |
Información profesional | ||
Ocupación | Político, militar y erudito | |
Lealtad | España España | |
Rango militar | Brigadier | |
Conflictos |
Primera Guerra Carlista Segunda Guerra Carlista | |
Partido político | Partido Conservador | |
Firma | ||
Apreciado gentilhombre de cámara con ejercicio de la reina Isabel II cuando esta contaba con apenas catorce años, y con la que gozaba de una estrecha relación que terminaría por convertirse en una admiración cuasi-paternal. Fue artífice del arreglo del real matrimonio entre la joven reina y su primo carnal Francisco de Asís de Borbón en 1846[4] y posteriormente de su sucesor, Alfonso XII, con María Cristina de Austria en 1879.[5]
El marqués de San Isidro vivió el reinado de seis monarcas, desde Carlos IV hasta Alfonso XII, sirviendo a más reyes que ningún estadista en la historia moderna de España.[6] Su afán monárquico, desafiado por la inestabilidad del país en el siglo XIX le ganó la consideración del pueblo y lo convirtió en un arquetipo del noble ejemplar.
En el ámbito personal, fue referido entre la corte como:
Un refinado y elegante caballero, puntual y celoso en el cumplimiento de sus deberes militares. Se hace apreciar de cuantos le conocen por su distinguido trato y apreciables cualidades.[7]