Furnariidae
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La familia de los furnáridos (Furnariidae) es un numeroso y diverso grupo de aves paseriformes pertenecientes al parvorden Furnariida, que incluye alrededor de 302 a 333 especies —dependiendo de la clasificación considerada— agrupadas en 69 géneros. Son nativas de la región neotropical, donde se distribuyen desde México, a través de América Central y del Sur, hasta el extremo sur del continente.[6] Son miembros muy importantes de las comunidades de aves de Sudamérica y en algunas regiones constituyen hasta el 25 % de las especies allí existentes.[7]
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Taxonomía | ||
Reino: | Animalia | |
Filo: | Chordata | |
Clase: | Aves | |
Orden: | Passeriformes | |
Suborden: | Tyranni | |
Infraorden: | Tyrannides | |
Parvorden: | Furnariida | |
Superfamilia: | Furnarioidea[1] | |
Familia: |
Furnariidae G.R. Gray, 1840[2] | |
Distribución | ||
Distribución geográfica de los furnáridos. | ||
Subfamilias y tribus | ||
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Son aves de tamaño pequeño a mediano y sus plumajes son principalmente de varias tonalidades de pardo, sin embargo, a menudo exhiben patrones complejos de moteados y estriados. Algunas especies tienen bandas alares, manchones en la cola o en la garganta de colores más brillantes. Tienes estructuras del pico y de la cola muy diversa, con los perfiles y tamaños del pico reflejando los hábitos de forrajeo. Varias especies presentan colas rígidas y con las puntas de las plumas desnudas, modificaciones que les ayuda a trepar troncos y ramas. Machos y hembras tienen apariencia similar, aunque los machos pueden ser ligeramente mayores.[7]
Los furnáridos son monógamos y las parejas con frecuencia permanecen juntas año a año. Son bien conocidos por la diversificada y generalmente compleja estructura de sus nidos, de donde deriva su nombre científico y muchos de sus nombres comunes: horneros, espineros, canasteros, por ejemplo. Aunque ocupan una amplia gama de hábitats, muchas especies tienen requisitos de hábitat muy restringidos; por causa de estos requisitos, sus áreas de distribución son a veces pequeñas y fragmentadas, lo que combinado con la destrucción antropogénica del hábitat ha llevado a una sensible disminución de la población de muchas especies,[7] hasta la extinción de dos de ellas.[8]