Bajo su liderazgo, Corea del Norte se estableció como un estado socialista con una economía planificada centralmente. Tenía estrechas relaciones políticas y económicas con la Unión Soviética. A fines de la década de 1950 y durante las décadas de 1960 y 1970s, Corea del Norte disfrutó de un nivel de vida más alto que el Sur, que sufría caos político y crisis económicas. La situación cambió en la década de 1980, cuando una Corea del Sur recientemente estable se convirtió en una potencia económica impulsada por la inversión japonesa y estadounidense, la ayuda militar y el desarrollo económico interno, mientras que Corea del Norte se estancó y luego disminuyó durante el mismo período.
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Surgieron diferencias entre Corea del Norte y la Unión Soviética, la principal de ellas fue la filosofía del Juche de Kim Il-sung, que se centraba en el nacionalismo coreano, la autosuficiencia, el patriotismo socialista, el marxismo-leninismo y el socialismo. A pesar de ello, el país recibió fondos, subvenciones y ayudas de la URSS y del Bloque del Este hasta la disolución de la URSS en 1991. La pérdida resultante de la ayuda económica afectó negativamente a la economía del Norte, lo que contribuyó a la hambruna generalizada en 1994. Durante este período, Corea del Norte también siguió criticando la presencia de las fuerzas de defensa de los Estados Unidos en la región, que consideraba imperialista, y se apoderó de un barco estadounidense en 1968, que formaba parte de una campaña de infiltración y subversión para reunificar la península bajo el dominio de Corea del Norte. Kim fue fiel aliado de Iósif Stalin, por cuatro décadas, y a Mao Zedong, por casi dos décadas, y permaneció en el poder durante los mandatos de seis presidentes de Corea del Sur y diez presidentes de Estados Unidos. Conocido como el Gran Líder (Suryong), estableció un culto a la personalidad que domina la política interna en Corea del Norte.[3]
Tuvo los cargos de primer ministro desde 1948 hasta 1972, y presidente en adelante. Asimismo, era secretario general del Partido del Trabajo de Corea y fue elegido «presidente eterno de la República». El aparato propagandístico del Estado llevó a que los ciudadanos le llamaran «Gran Líder». La fecha de su nacimiento y muerte son conmemoraciones nacionales en Corea del Norte.