Soberanía canadiense
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La soberanía de Canadá es un asunto cultural importante en Canadá .[1] Varios temas definen actualmente la soberanía canadiense: la monarquía canadiense, las telecomunicaciones, la autonomía de las provincias y la frontera ártica de Canadá.
Canadá es un reino de la Commonwealth, lo que significa que el Rey Carlos III es el jefe de Estado. Sin embargo, aunque varios poderes son exclusivos del soberano, la mayoría de las funciones constitucionales y ceremoniales reales en Canadá son llevadas a cabo por el representante del Rey, el Gobernador General;[2] como tal, el Gobernador General es a veces llamado el jefe de Estado de facto.[3] En cada una de las provincias de Canadá, el monarca está representado por un vicegobernador.[2] La mayor autonomía de cada provincia y territorio —el federalismo canadiense— también es importante para la soberanía canadiense. Quebec ha votado dos veces sobre la posibilidad de separarse de Canadá.[4]
Según la Ley de Telecomunicaciones de Canadá, los operadores de telecomunicaciones deben ser de propiedad nacional.[5] El problema más reciente que afecta a la soberanía canadiense ha sido causado por el deshielo del Ártico. A medida que el hielo del Ártico en el norte de Canadá se ha ido derritiendo, varios países se han esforzado por llegar a un acuerdo sobre a quién pertenecen determinadas zonas del Ártico, rico en petróleo.[6]