Ánima rayada
Técnica de perforación helicoidal del alma del cañón de un arma de fuego / De Wikipedia, la enciclopedia encyclopedia
El ánima rayada o ánima estriada de un arma se obtiene al grabar estrías o surcos helicoidales en el interior del cañón de un arma de fuego, lo que al disparar imparte un movimiento de rotación al proyectil a lo largo de su eje longitudinal. Esto sirve para estabilizar giroscópicamente dicho proyectil, mejorando su estabilidad aerodinámica y por tanto su precisión.
El rayado del ánima se describe a menudo como una "proporción o tasa de torsión"; es decir, la distancia que ha de viajar el proyectil sobre las estrías para completar una rotación completa (p.ej. "1:254" significa "una vuelta cada 254 mm"). Así, una menor distancia implica un giro más rápido; en definitiva, para una velocidad de salida determinada del proyectil, una rotación más rápida del mismo.
La combinación de longitud, peso y forma del proyectil determina la proporción de torsión que se necesita para estabilizarlo -cañones diseñados para proyectiles cortos y de gran diámetro, como bolas de plomo, requieren muy poca tasa de torsión, como por ejemplo una vuelta cada 122 cm (1:1220).[1] Cañones diseñados para balas u obuses largos, de poco diámetro, requieren tasas de torsión mucho mayores; p.ej., la munición de baja resistencia de 5,2 g y 5,56 mm usa tasas de torsión de 1:200, una vuelta cada 20 cm.[2]
En ocasiones, el cañón puede tener tasas de torsión gradualmente mayores hacia la boca, lo que se conoce como "torsión progresiva", o "ganancia de torsión". Una tasa de torsión decreciente desde la culata a la boca no es práctica, puesto que no consigue estabilizar el proyectil en el viaje a través del cañón.[3][4] Proyectiles excepcionalmente largos, como dardos o flechettes requerirían tasas de torsión demasiado altas como para resultar prácticas. Tales proyectiles deben estar diseñados para ser inherentemente estables, y generalmente se disparan con un cañón de ánima lisa.